Madre mía, mami, mamita
Depende del contexto o del entorno. La primera en el teléfono, la segunda directamente a ella de diario y la tercera en mis oraciones pidiendo por ella.
Ella me ha enseñado siempre con el ejemplo a ser empática, a dar la mano siempre que alguien lo necesite y a tomar importancia en lo más importante, la familia. Y este es un homenaje a ella, porque por medio de ella yo he aprendido a ser mujer y a entender a una mujer en la felicidad, la tristeza, la enfermedad, la locura y algo más. Crecer con ella (literal siempre a su lado) me ayudó a comprender mejor el hecho de ser mujer, convivía con ellas a diario en los cafecitos, en los desayunos, en el trabajo (de ella), en los desayunos que organizaba los domingos en nuestra casa de Obregón para TODA la familia y a veces hasta vecinos y vecinas. Todo mundo era bienvenido en su cocina, en una barra desayunadora para cuatro personas ella hacía caber 15, 20. O así me parecía a mí siendo pequeña. Aprendí a escuchar los problemas de las mujeres mayores que yo y a entender hoy a mi edad de lo que hablaban entonces, aprendí por lo tanto la empatía que se necesita para tratar de entender la actitud de ciertas mujeres en ciertas circunstancias. A veces necesitamos tiempo y espacio y eso tal vez lo aprendí en cabeza ajena escuchándolas a todas ellas. A veces solo necesitaban un abrazo y sentirlas llorar.
También disfruté verlas a todas juntas sentadas a la mesa de un restaurante, el que fuera, felices de compartir la alegría de convivir un día más y de celebrar la amistad, recargar energías positivas para seguir adelante... A veces solo se necesitaba eso.
Y aprendí que esas energías positivas que ellas recargaban con sus amigas era lo que les daba el valor para enfrentarse a la responsabilidad de ser MADRE. ¡Qué gran trabajo es ser madre! Y no lo digo en manera de queja sino de admiración. Es una responsabilidad tremenda levantarte y que el mundo entero gire en torno tuyo, igual también qué bendición, ¿no?. Madres no saben de qué manera las admiro, las respeto y las honro pues el mundo sería otro sin el amor realmente incondicional que ustedes tienen para dar. He visto mujeres transformarse y cambiar sus vidas y el rumbo completo de ellas con el hecho de ser madres, he visto ese brillo en los ojos que solo ellas tienen para sus hijos, he visto madres solteras luchar a sol y sombra para sacar a sus hijos adelante y darles lo mejor en sus posibilidades, he visto madres guerreras luchar con uñas y dientes por defender a sus hijos, he visto el amor más natural y bonito a través de ellas, incondicional, desinteresado, real. He visto mujeres convertirse a una religión o practicar de lleno a la que pertenecen con la firme convicción de entregar a sus hijos a Dios y mantenerlos protegidos orando por ellos.
La gente sí cambia, a las mujeres nos cambian los hijos, o las caídas en mi caso. Y quiero hacer una oda a ustedes madres, porque a través de la mía conocí nuestras necesidades y nuestras posibilidades como mujer y gracias a ella sé que son infinitas. El amor de ustedes las madres no tiene límite y por sus hijos yo las he visto hacer lo imposible. Las honro y las respeto hoy en su día, mi más grande admiración para ese papel tan importante y responsable que llevan ustedes, que Diosito me las bendiga siempre y las guíe para ayudarlas y ayudarnos a mejorar este planeta a través de esos pedazos suyos que andan en el mundo :) Gracias a ustedes madres, Gracias a ti mami por hacerme mejor persona siempre, TE AMO. ¡FELICIDADES!
