top of page

POSTS RECIENTES: 

SÍGUEME:

  • Facebook Clean Grey
  • Twitter Clean Grey
  • Instagram Clean Grey

El alto de cortesía más descortés

Ayer que salimos del cine M y yo y yo manejando de regreso a casa, topamos con un alto de cortesía al cual llegué dos segundos antes que otra persona y por lo que avancé antes que el susodicho en cuestión del alto.

Como su nombre lo indica a mi me tocaba tomar la cortesía pues había llegado antes pero, al parecer, la otra persona no consideró lo mismo y avanzó al tiempo que yo lo hacía por lo que quedamos atravesados a la mitad, él pitándome en el oído y yo - siguiendo lo que me dictaban mis instintos básicos - pintándole dedo mientras quedaba totalmente sorda de mi oído izquierdo.

Al parecer ésto tampoco consideró correcto el susodicho en cuestión - no digo que lo haya sido pero oye, esa gente me saca de quicio - y siguió pitando mientras avanzaba detrás de mí manoteando fuera de su carro y yo, ya enojada, avanzando lo maaas lento posible hasta llegar al oxxo donde pretendíamos hacer una parada antes de llegar a la casa.


En lo que daba vuelta para estacionarme me percaté que el hombre seguía manoteando y pitando atrás de mi y cuando me estacioné escuché un: ¡¡¡¡¡PENDEJA!!!!!

Volteo hacia donde escuché la mentada, que por las circunstancias sabía que iba dirigida hacia mí, veo a M de reojo y me río nerviosa, instintivamente me asomo por la ventada del carro y le digo al susodicho en cuestión: ¡¿siiiiiiigues?! Así que éste se puso en automático a gritar casi saliéndose por la ventana del copiloto y con la cara roja de coraje: ¡ERES UNA PUTA!, ¡PENDEJA!, ¡¡¡PUUUUTA!!!, ¡¡¡¡CHINGA TU MADRE!!!!

Y que M se me encabrita, tira el celular y la cartera adentro del carro y se baja más colorado que el otro. Al parecer, el susodicho endemoniado por el alto y la seña universal, no se había percatado que venía acompañada, y acompañada por un hombre, y acompañada por un hombre que se convierte en un cerillo cuando se enoja y no conforme con eso, acompañada por el hombre quien llama a esta "puta" su esposa.

El susodicho en cuestión, todavía en su carro, rojo de coraje, voltea a ver a M (que ya estaba afuera de nuestro carro y acercándose al suyo), se le desfigura la cara - al susodicho -, abre unos ojotes, sube el vidrio y avanza lo más rápido que podía mientras con él se iba lo nerviosa, lo pendeja y lo puta con lo que me había condenado, al parecer.


¡ES UNA TONTADA! Todo esto por un alto de cortesía. Un alto de cortesía que muestra lo fregados que estamos. Yo en mi estrés por la reacción del susodicho le pinté dedo, no está NADA bien, y él me pitó hasta que se cansó, me persiguió y me insultó y no sé cuales hubieran sido sus intenciones si no hubiera ido M en el carro, porque se paró detrás de mi cuando me estacioné tapándome la salida.

En esa sociedad misógina y machista vivimos y es la primera vez que no me siento segura en la ciudad en la que vivo.

Eso es lo que sucede cuando se le insulta al hombre machista, cuando se le reta al narcisista, cuando las cosas no salen como el otro quería, cuando te insultan por el hecho de percatarse que eres mujer (y que vienes "sola"), cuando se sienten superiores y con el derecho de insultarte hasta el cansancio. ¿Y qué se supone que tenemos que hacer nosotras? ¿CALLARNOS? No yo.

BÚSQUEDA POR TAGS: 

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

  • b-facebook
  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page